1.- Siempre que sea posible, deben adjuntarse fotos de los rastros (huellas, excrementos, restos de alimentación, madrigueras...) para poder validar la observación. Lo más aconsejable siempre es utilizar una escala junto a la huella o excremento a identificar, para conocer las proporciones.
El uso de llaves de coche, mecheros, móviles o la propia mano como referencia no es especialmente útil, puesto que no tienen un tamaño estándar y pueden inducir a error.
Una pequeña regla o escala de papel, plástico o metálica es siempre lo deseable. Incluso un calendario de bolsillo de los que llevan una pequeña regla graduada en uno de sus laterales servirá.
2.- Para facilitar la identificación es bueno hacer siempre una foto con una perspectiva más abierta que permita ver el rastro completo, y una más cercana a la huella, pero sin acercarse demasiado para no perder la perspectiva. El mismo consejo es de aplicación para los excrementos.
3.- En caso de condiciones de luz muy contrastada (sol fuerte a mediodía por ejemplo), suele dar buen resultado utilizar nuestro propio cuerpo para dejar en sombra la zona a fotografiar
4.- No utilizar el flash como norma general cuando hacemos fotos de huellas.
5.- Ángulo de la foto: lo ideal es hacer las fotos perpendicularmente y desde arriba (visión cenital) de forma que obtengamos una imagen plana, sin inclinaciones ni ángulos que nos impidan ver las proporciones entre los distintos elementos que componen la huella
6.- Es recomendable tomar siempre varias fotos, para seleccionar aquella que mejor recoja las características de la huella o rastro que queremos identificar. Luego podemos descartar las restantes para que no ocupen demasiada memoria en nuestro móvil o cámara.
Francisco José García
Zoólogo profesional